¿Por qué este blog?

El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique  ha sido denunciado por casi 40 plagios ; 36 de ellos fueron acreditados por mí.

16 de mis denuncias fueron acogidas  por el organismo público peruano INDECOPI (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual) que le impuso una multa de 71.000 soles (unos 57.000 dólares) en 2009.

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Bryce hasta el día de hoy sigue negando las acusaciones.

Más información en:
– Organismo peruano da razón a investigadora chilena: Bryce Echenique plagió 16 textos Fuente: Emol.com – http://www.emol.com/noticias/magazine/2009/11/03/383143/organismo-peruano-da-razon-a-investigadora-chilena-bryce-echenique-plagio-16-textos.html

Alfredo Bryce Echenique también ha sido plagiado

El domingo  13 de febrero de 1994 Alfredo Bryce Echenique publicó en el periódico ABC de España un artículo sobre el ensayo que tituló «El género más misterioso del mundo» que ha tenido a lo largo del tiempo una amplia repercusión siendo reproducido y citado en innumerables ocasiones.

A pesar de ello en la Memoria Académica 1996-1997 del Instituto Mexicano de Ciencias y Humanidades que contiene una selección y compilación  de los trabajos y exposiciones del año figura la profesora Rosa María Colea Roca, prosecretaria de la organización firmando un texto titulado «Ensayo sobre el género ensayo» que guarda algo más que una simple similitud con el trabajo de Bryce Echenique y que se puede considerar como un plagio al escritor peruano.

Comparemos  ambos textos, no sin antes decir que los números y los textos en rojo los he puesto para facilitar la lectura de las coincidencias al lector :

“Ensayo sobre el género Ensayo” Rosa María Colea Roca

El ensayo es un género, que nació en el siglo XVI, y fue 1.- Montaigne, quien lo definió como una alternativa a la prosa científica y lo convirtió en género literario; sin embargo, nada quedó definitivamente establecido acerca de sus rasgos, estructuras o procedimientos.

2.- Según el diccionario, «ensayo es una composición literaria de naturaleza analítica e interpretativa, que trata de un asunto desde un enfoque más o menos limitado y personal y admite una considerable libertad de estilo y método.” Si bien, generalmente los ensayos son breves, como para leerlos de un solo tiro, el vocablo también se aplica a obras sistemáticas que encaran sus respectivos asuntos, en una serie de subdivisiones, como por ejemplo, «El ensayo sobre el conocimiento humano», de John Locke».

3.- Ciertamente, el ensayo no es poema, ni narración, ni obra de teatro, pero dentro de su ámbito, existen ciertas características con un común denominador, y que permiten acercarse a su esencia. Es un género fluctuante y universal que puede tomar elementos de la imaginación, o de metáfora de la propia poesía; y en cuanto a la historia, que es una disciplina que tiene como objetivo evocar el pasado, sino se limita a referir escuetamente los hechos, e interviene la imaginación, o el parecer del autor, también podría participar el ensayo.

4.- Por otra parte, existen novelas que son una sucesión de ensayos, como por ejemplo cuando los personajes hacen ensayos sobre la soledad, la incomunicación, el amor, etc. Sin embargo, por lo normal, esta relación no se establece de forma clara y el ensayo se presenta como algo sinuoso, que toma elementos también en todos los demás. La ambigüedad es su característica esencial y por ello aún hoy, sigue luchando por ser un género totalmente autónomo. Puede afirmarse que el ensayo fluctúa entre el campo de la ciencia y la filosofía, o de la literatura y el arte. En tanto que, la filosofía y la ciencia tienen como sujeto, lo general y lo abstracto; la literatura y el arte lo tienen en lo singular y concreto. El ensayo, parte de lo singular y concreto cuando se trata por ejemplo, de un individuo, una ciudad, un personaje histórico, una obra de arte, etc., pero también puede elevarse hacia ideas más generales y abstractas. Este fluctuar entre un ámbito y otro, es el que provoca el ataque de algunos, para considerar como un género literario que dicen, no encaja en los anteriores. La filosofía académica, lo considera poco riguroso y desde el arte se ve como algo demasiado intelectual, poco vital.

5.- Hoy, según afirman muchos, Simmel, el autor de «La puerta y el puente», fue fundador del ensayo contemporáneo porque, ¿dónde hubiera entrado ese tema?, ni en la novela ni en filosofía. Había pues, que inventar un género.

De ése modo, se han escrito hasta la fecha, originales obras literarias sobre algún objeto determinado. El ensayo se caracteriza por su carácter fragmentario, clasificado, incompleto y casi siempre muy personal, si retrato e intento dar un conocimiento no de las cosas, sino de mí mismo. Además hay una desviación, cuando la parte general y abstracta, que debe existir en el ensayo, esta sumida en lo singular, o en lo universal, o limitado a la manifestación de la nacionalidad, o los ensayos considerados como confesión del autor, o cuando la verdad en el ensayo artístico está subordinada a la belleza del estilo; en todos estos casos, se pierde la objetividad y se va determinando a la inversa y da forma muy precisa a su carácter de género literario.

6.- El resultado de mis indagaciones sobre este específico y controvertido género, me ha llevado a la conclusión de que en él, caben todos los temas y procedimientos y aún sin tener reglas establecidas, ni claramente definidas, es sin duda alguna, un género literario que tiene valor por sí mismo y además, es un instrumento imprescindible y productivo para muchos escritores. En consecuencia, mi intención al presentar el presente escrito, lleva la presunción de reunir las condiciones necesarias para pertenecer a este controvertido e interesante género literario.

El Género más misterioso del mundo

Por: Alfredo Bryce Echenique
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No hay género más impreciso que el ensayo. La gente se ha puesto de acuerdo en aceptar que fue Montaigne quien lo inventó y también en aquello que el ensayo no es, pero no en lo que es. 1.- Montaigne lo definió como una alternativa a la prosa científica y lo convirtió en género literario, pero nada quedó definitivamente establecido acerca de sus rasgos estructuras o procedimientos.

Los escritores ingleses de los siglos XVIII y XIX definieron el ensayo como una pieza más bien corta sobre un tema, una situación, un personaje concreto, sobre los cuales se desarrolla libremente una serie de reflexiones. No creo que a la historia –contrariamente a lo afirmado por muchos- le corresponda la categoría de ensayo. La historia es una disciplina que tiene un objetivo determinado, evocar el pasado, y por eso participa poco de las características del ensayo. La historia es muy compleja porque además de una disciplina, tiene como dice Octavio Paz, algo de poesía.

3.- El ensayo no es poema ni narración ni obra de teatro, pero dentro de su ámbito existen ciertas características con un común denominador que permiten acercarse a su esencia. Es un género fluctuante y ubicuo que puede tomar elementos de la imaginería o de la metáfora propia de la poesía. A este nivel, en la historia que no se limita a referir escuetamente los hechos, está el ensayo.

4.- Por otra parte, conocemos novelas que son una sucesión de ensayos. Es el caso de Eduardo Mallea, cuando sus personajes hacen ensayos sobre la soledad, la incomunicación o la muerte. Pero normalmente esta relación no se establece de forma clara y el ensayo se presenta como algo sinuoso que toma elementos de todos los demás géneros y que a menudo se insinúa también en todos los demás. La ambigüedad es su característica esencial y por ello aún hoy sigue luchando por ser un género totalmente autónomo. Fluctúa entre el campo de la ciencia y la filosofía, o de la literatura y el arte. La filosofía y la ciencia tienen como sujeto lo general y lo abstracto, la literatura y el arte lo singular y lo concreto. El ensayo parte de lo singular y concreto (un individuo, una ciudad, un personaje histórico, un paisaje), pero se eleva hacia ideas generales y abstractas. Ahí está ese fluctuar entre un ámbito y otro que provoca justamente el ataque por ambos lados. La filosofía académica lo considera poco riguroso y desde el arte se le ve como algo demasiado intelectual, poco vital. Se trata de una dicotomía muy del siglo XIX, entre la concepción cientificista positiva de la ciencia que desdeñaba lo estético, y la concepción romántica irracionalista que desdeña el pensamiento lógico. Por eso el ensayo se convierte en una tierra de nadie.

2.- Traduzco ahora el diccionario Webster. “Ensayo: composición literaria de naturaleza analítica e interpretativa que trata un asunto desde un enfoque más o menos limitado y personal y admite una considerable libertad de estilo y método”. Si bien, generalmente, los ensayos son bastante breves, como para leerlos de un solo tirón, el vocablo también se aplica a obras sistemáticas que encaran sus respectivos asuntos en una serie de subdivisiones como “El ensayo sobre el conocimiento humano” de John Locke.

Regreso a Montaigne, en busca de ayuda y, en efecto, no es casual que el ensayo naciera con él y en el siglo XVI, en momentos que se desmorona la concepción sistemática de la Edad Media y no ha nacido todavía la concepción sistemática de la Edad Moderna. En esa brecha surge el ensayo, que se caracteriza por su carácter fragmentario, rapsódico, incompleto. Y muy personal, si recordamos estas palabras de Montaigne: “Soy yo mismo a quien retrato e intento dar un conocimiento no de las cosas, sino de mí mismo”.

Montaigne destacó ante todo la subjetividad del ensayo, pero Bacon hizo lo mismo con su objetividad. La contradicción en este caso parece insalvable y creo que sólo podemos salir de ella si pensamos en los vehículos del ensayo. ¿Dónde se escriben hoy ensayos? Si el ensayo es a la vez síntesis y mezcolanza, a juzgar por lo que intentaron hacer los intelectuales del siglo XIX y principios del XX (una captación de la realidad como relación interdisciplinaria donde entran la sociología, la política, la filosofía, la historia y la literatura), humanistas que hablan de todo, como Dilthey, Weber y Simmel, los últimos ensayistas que quedaron serían Sartre y los pensadores de la Escuela de Frankfurt. Para ellos, una sabiduría humanística tan amplia sólo podía tener cabida en el ensayo.

5.- Hoy, según muchos, Simmel es el fundador del ensayo contemporáneo. Escribió, por ejemplo, sobre la puerta y el puente. ¿Dónde hubiera podido caber ese tema? Ni en la novela ni en la filosofía. Había, pues, que inventar un género, y así fue como después Adorno escribió sobre la ventana. Pero también para muchos, son los grandes novelistas los que marcan el carácter de una época. Proust, Mann, Musil… Y páginas enteras de Proust, Mann, Musil, Hugo y Tolstoi son auténticos ensayos. En el caso de Ernesto Sábato, cuyas novelas son verdaderas prolongaciones de El uno y el universo que se le fue metiendo en sus ficciones.

Hay una desviación cuando la parte general y abstracta, que debe existir en el ensayo, está sumida en lo singular. Lo universal limitado a la manifestación de la nacionalidad será el caso de Eduardo Mallea, o el caso de los ensayos considerados como confesión del autor (Bataille, Cioran). Y en cuanto a Valéry y Borges, la verdad en el ensayo estético está subordinada a la belleza del estilo. Se pierde, pues, la objetividad y se va determinando, a la inversa y de forma muy precisa, su carácter de… género literario (!!!). En fin, también es cierto, que sin imaginación la historia se convierte en una crónica árida y con demasiada imaginación en una mentira… Y que también interviene la imaginación en la ciencia…

6.- …Y hemos regresado prácticamente al principio: en el ensayo entran todos los temas y procedimientos. Entran hasta los aforismos de La Rochefoucauld… pero La Rochefoucauld tiene una intención de reformar las costumbres que, según algunos ensayistas, no entra en el ensayo…

…Sólo me queda decirle adiós a las armas y recordar que Montaigne inventó el ensayo, según los ensayistas, pero que también la existencia del ensayo es prácticamente lo único que avala la existencia de los ensayistas… ¿O viceversa? Conclusión: ¡El ensayo es el género más misterioso del mundo!

 

La Sentencia de Indecopi

Indecopi : Bryce Sí Plagió

El blog «Libros y Recuerdos» cuyo link comparto más arriba el día 3 de noviembre  confirmaba que Bryce había plagiado. Por esa razón al final del texto que copio y pego a continuación pueden también encontrar la sentencia de INDECOPI, El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual que es el organismo público de Perú encargado, entre otras materias,  de resguardar todas las formas de propiedad intelectual de ese país

Indecopi confirmó que Alfredo Bryce plagió 16 artículos
Peru 21, 03 de noviembre de 2009 

En segunda instancia resolvió que el escritor peruano copió los textos periodísticos de otros autores y los hizo pasar como suyos.

Tantas veces, Alfredo. El escritor anunció, desde España, que recurrirá al Poder Judicial.

El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique plagió 16 artículos periodísticos, los cuales fueron publicados en diversos medios de comunicación del mundo, siete de ellos en el diario El Comercio de Lima. Así lo resolvió en segunda instancia el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), luego de que en enero lo sancionara y multara por atentar contra los derechos de autor.

La resolución de la Sala de Propiedad Intelectual del Indecopi confirma que el autor de Un mundo para Julius infringió “el derecho moral de paternidad en la modalidad de plagio y el derecho moral de integridad”, es decir, publicó estos textos prácticamente de manera íntegra y los firmó con su nombre sin mencionar o citar al autor o autores de los mismos.

También se le aplicó una multa de S/.71 mil, mientras que la defensa del escritor apeló el fallo, porque considera que existen omisiones y que además existía pendiente una demanda de amparo. “Ha llegado el momento para mí de recurrir al Poder Judicial, un organismo tanto más fiable para cualquier ciudadano peruano”, dijo Bryce tras conocer la sentencia, en un comunicado emitido desde España, país donde reside.


Perú 21, 10 enero 2009
Alfredo Bryce puede ser sancionado penalmente

Indecopi ha notificado a la Fiscalía la supuesta comisión del delito de plagio. Este delito, tipificado en el Código Penal, impone pena de hasta ocho años de cárcel. Autor: Gonzalo Pajares Cruzado

CompartirEnviar.La multa de 177 mil 500 soles que Indecopi le impuso a Alfredo Bryce por haber plagiado 16 textos podría ser el inicio de una serie de sanciones que llegarían hasta el ámbito penal. En efecto, en la resolución 0142-2008/CDA/INDECOPI, emitida por la Comisión de Derecho de Autor de Indecopi (24/12/2008), se establece que se notificará al Ministerio Público sobre la supuesta comisión del delito de plagio por parte del novelista peruano.

Este delito está tipificado en el artículo 219 del Código Penal, que sanciona hasta con ocho años de cárcel al “que, con respecto a una obra, la difunda como propia, en todo o en parte, copiándola o reproduciéndola”. Al respecto, conversamos con el abogado Luis Lamas Puccio: “Bryce sí puede ser procesado penalmente. Así lo establece la resolución de Indecopi, pues para este organismo hay indicios de que el escritor habría cometido el delito de plagio, pero quien debe determinarlo es el Ministerio Público y, si halla mérito, elevar una denuncia al Poder Judicial”.

El autor de Un mundo para Julius “recibiría una orden de comparecencia y hasta podría ser impedido de salir del país”. Respecto a la residencia y nacionalidad españolas que tiene Bryce, el penalista sostiene que, si se demuestra que el delito fue cometido en el Perú, se podría iniciar una contienda para saber qué tribunal –peruano o español– debe juzgarlo. De los 16 plagios, siete fueron publicados en nuestro país en el diario El Comercio.

LOS ARGUMENTOS DE BRYCE. Enrique Ghersi, abogado del escritor, señala que Indecopi “ha violado los derechos constitucionales” del novelista. Según él, hay dos errores formales insalvables: 1) Bryce no ha sido notificado adecuadamente: vive en Barcelona y lo notificaron en Lima, y 2) Indecopi no tiene jurisdicción para procesarlo.

Ghersi afirma que “Bryce reside en España. Por el principio de territorialidad, lo actuado por Indecopi es nulo”. Siguiendo tal lógica, si mañana un ciudadano español publicara en el Perú un libro llamado Un mundo para Julius, idéntico al de Alfredo Bryce, Indecopi no podría sancionarlo.

Martín Moscoso, presidente de la Comisión de Derechos de Autor de Indecopi, indica que lo dicho por Ghersi se aplica a procesos civiles y no administrativos. “Tampoco es cierto que no haya sido debidamente notificado. El señor Bryce presentó, en 2007, un poder señalando como su apoderado al señor Ghersi”.

Por entonces, Indecopi investigaba, de oficio, seis plagios. Luego, el 3 de marzo del 2008, Herbert Morote –primer denunciante de Bryce– presentó 20 nuevas copias, por lo que Indecopi, el 4 de julio de 2008, reunió todas las denuncias en una sola. Según Ghersi, esto no fue debidamente notificado. Según Moscoso, el poder que Bryce dio a Ghersi lo facultaba a defenderlo en ese caso y “en los que sobre acusaciones similares le abriera Indecopi”.

Bryce asegura que no es autor de los artículos plagiados y que estos “han sido publicados sin mi autorización”. ¿Ghersi le cree? “Es su versión. Nosotros solo la transmitimos”, dice el abogado. Con esta defensa, solo de forma, la opinión pública podría pensar que, en el tema de fondo –si plagió o no–, Bryce es culpable. Ghersi sostiene: “Los derechos fundamentales de Bryce están por encima de las cuestiones de fondo. A la opinión pública solo le gusta el último round, y ese lo ganaremos”.

NUEVO PLAGIO. Mientras tanto, una nueva denuncia de plagio pesa sobre el novelista (ya suman 33). María Soledad de la Cerda, la periodista chilena que descubrió la mayoría de calcos, ha encontrado otro. El artículo Arde París, firmado por Bryce (Caretas, 28 de diciembre de 2007), es una copia del texto Francia: Del fuego de los suburbios a la crisis de identidad, del periodista Fernando Carvallo (Quehacer, 1 de noviembre de 2005). A pesar de las denuncias en su contra, Bryce siguió plagiando y traicionando la confianza de sus lectores.


Perú 21, 10 enero de 2009
El plagio

El artículo Francia: del fuego de los suburbios a la crisis de identidad, de Fernando Carvallo, en la revista Quehacer (1/11/05), empieza así:

“Todo comenzó como un banal incidente de barrio. Un equipo de policías quiso proceder a un rutinario control de la identidad de tres adolescentes que se desplazaban en la ciudad de Clichy-sous-Bois a veinte kilómetros de París. En vez de someterse a las humillaciones del tuteo y la presunción de culpabilidad en razón de sus fisonomías de hijos de inmigrantes árabes, los jóvenes prefirieron huir”.

El texto Arde París, firmado por Alfredo Bryce en la revista Caretas (28/12/07), empieza así:

“Todo comenzó como un banal incidente de barrio. Un equipo de policías quiso proceder a un rutinario control de la identidad de tres adolescentes de Clichy-sous-Bois, a 20 km de París. En vez de someterse a las humillaciones de un amenazador tuteo policial y a la presunción de culpabilidad en razón de sus fisonomías…”.

 

 

sentencia